jueves, 30 de enero de 2014

Preparación

Antes de empezar con la relajación debemos considerar el sitio y las condiciones en las que vamos a llevarla a cabo:
Debemos buscar un momento del día tranquilo, donde no prevemos interrupciones, a primera hora de la mañana o al medio día son buenos momentos, es preferible no dejarlo para la noche porque sería fácil el dormirse.
La habitación debe estar a una temperatura agradable, con luz suave y con el menor ruido posible (sonido de coches, niños jugando...).
La ropa debe ser cómoda y apropiada para la temperatura ambiente, para evitar que sudemos o pasemos frio.
La práctica podemos realizarla tumbados, sentados o de pie, dependiendo del momento y la preferencia de cada uno.

 
El protocolo que diseñó Jacobson introduce diferentes elementos:
- Sesiones donde se intercala tensión - distensión.
- Tensión menguante en las sesiones donde se contraen grupos musculares.
A lo largo de la sesión vamos a ir reduciendo la intensidad de la tensión, las dos primeras ejecuciones se realizaran con intensidad máxima, en las próximas tres iremos reduciendo hasta un nivel mínimo y la última se realizará en pensamiento.
Esto nos ayudará a reconocer distintos grados de tensión facilitando el control sobre la musculatura voluntaria.
-Sesiones de relajación únicamente, una de cada tres sesiones se dedica solo a ir relajando todos los grupos musculares, sin ejercer presión sobre ningún músculo.
- Sesiones de visualización.
Jacobson consideraba que los músculos de los ojos estaban relacionados con el pensamiento, éste creaba imágenes mentales acompañados de sensaciones de tensión, él estaba convencido de que liberar la tensión de la zona ocular tenía el efecto de anular esas imágenes.

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